A partir de mi colaboración en la producción y montaje de exposiciones de arte contemporáneo ha tenido experiencias de todo tipo, desde la oportunidad de observar el desempeño de artistas de gran trayectoria, incluso de artistas jóvenes que comienzan a mostrar proyectos que demuestran ya un proceso de maduración considerable, así como el poder visualizar de manera directa a través de la obra misma los modos de producción y sus procesos de reflexión.
Algo que me llama mucho la atención, es que una parte considerable de estos han volteado su mirada hacia el arte y a la producción del mismo como consecuencia de algún suceso importante el cual los involucra a ellos mismo de manera general o personal, así como directa o indirectamente (guerras, desastres, devaluaciones, enfermedades, accidentes, perdidas, viajes, etc.), el cual les genera la necesidad de romper un esquema dentro de su propia vida.
Es curioso también como a ellos mismos les cuesta trabajo asumirse tal cual como artistas ya que al parecer no es eso lo que buscan, sino dejar brotar tan solo las ideas que surgen de una apreciación critica de su entorno o de ellos mismos, explotando sus propios conocimientos y habilidades de todo tipo, en algunos casos coincidentes al arte en general, plástica y estética, pero también utilizando los medios y herramientas que de manera formal se requieren para sus proyectos, aspectos con los cuales los artistas pueden no estar familiarizados lo cual abre la posibilidad / necesidad de colaborar con otros personajes.
También existe el caso de quienes lo planearon y buscaron el camino para convertirse en artistas, y con los cuales creo, podemos identificarnos un poco más. Detectando a una edad temprana o por lo menos una etapa previa a la profesional alguna clase de talento o habilidad artística que detona el interés por profundizar mucho más. Es así como se da el acercamiento con la academia y el involucramiento con toda clase de géneros, técnicas, estilos y teorías. Como consecuencia se inicia el proceso por medio del cual el artista desarrolla un estilo propio que se relaciona directamente con sus reflexiones.
Sin embargo, este proceso es muy natural y derivado de la experimentación y la producción libre y constante. Es decir, el discurso toma forma con el tiempo. A través de la retrospección y observación de los distintos cuerpos de obra y series producidas por el mismo artista es como se identifican los temas y posturas relevantes que fueron abordados, incluso de manera inconsciente. De igual manera, estos artistas se muestran abiertos a la participación de otras personas con un perfil de preparación y saber distinto en pro de una realización adecuada de sus piezas.
Por lo que podemos decir que sea cual sea el origen cada artista y su interés por el arte, la colaboración es un rasgo importante y que distingue al arte contemporáneo. Por lo que puede entenderse a este mismo como un campo abierto para la explotación de todo tipo de conocimientos teórico-prácticos entorno a cualquier disciplina.